El habitante mediocre no creía en las consecuencias.

"Obviaba con un leve desdén cada advertencia. Así fue creciendo llamado a ser un lider mundial. El emperador de los mediocres en el reino de la normalidad incoherente." (Exodo 3, 10)


Un mundo de sol cercano y sombras alargadas




Veo las azoteas de otros edificios, miro los tejados, que cubren esas vidas, que plenas se me antojan. Y miro mas allá de las antenas, donde esta el cielo naranja. hoy la tarde se ha cubierto de un color espeso, que me embarga. Como ineludible mi pensamiento se suicida, turbio de nuevo te busca, pero ya no hay imagen a la que asirse, tanto tiempo, ha carcomido el recuerdo, aquel que con sumo cuidado guarde, envolví, mantuve. Hoy ya no habita, no resurge, es ceniza que no se mueve bajo ningún ritmo, no sedimenta.

Aturdida por la potencia de la belleza inaguantable, de lo que no quiero entender, me vendo, voy sumergiendome en el estado sencillo, en el animo natural.

Egoísta conmigo, me obligo, ya no seré feliz nunca más, convencida de la necedad de mis imposiciones. Relajo mis párpados y el llanto, ridículo, absurdo, surge de unos ojos preparados para reír.

Me es imposible cuestionarme o liberarme de tal premisa, de mi movimiento circular, que si sonrió se que no acudís a mi, nos venís traicioneras palabras. Algún día agruparé todas mis piezas valientes y en rebeldía me levantaré contra vosotras, no os necesitaré más.

He vuelto a la cocina, estaba triturando el gazpacho, no estaba prestando atención y se ha desbordado del bol, gotea del borde de la encimera, sobre mi pie.

Huele a tomate.

No te culpo




Salió por la puerta, y no miró ni siquiera un segundo hacia atrás, no hubo duda, y eso me mortificará, será mi nueva mascota, cosida a mi pie la arrastraré por las veredas, como no se me ocurrió ninguna palabra, se borraron todas de su lugar, desaparecieron del espacio que conformaban, sentido, concepto, y ahora en vez de pensar en ideas, pensare en frases hechas, que no dirán lo que mi boca. Dirán lo que mis miedos.

En estos dias


He viajado solo para encontrarte, y he llegado hasta el otro lado, mi mente en blanco, por fin cabeza vacía. He esperado y no has llegado, no te he visto doblar la esquina, no me has permitido sonreirte nerviosa. Es entonces, es ahora, cuando ridícula me escondo.

Miles de preguntas, de ruegos, como podre detenerlos, están llenando de nuevo la cabeza, que ya no quiere pensar, y la razón no se olvida, encallada en el nudo que yo misma até, con fuerza, nudo marinero perfecto.

Desde la otra orilla oteo, por que os extraño, busco en el horizonte, por que os extraño.

Me vuelvo y veo el camino, por que ahora soy libre de dar pasos sin destino, no se me exige, no se me pide, reinventada confluyo en mis miles seres, y reluzco como zapatos nuevos y brillantes. Y la cabeza se atiborra de porvenires, con nudos que resaltan, pero ya no detienen.

Debería levantar la mano y saludar, por que el adiós se me escapa de la boca, se enmudece en lo ancho de este mar. y no alcanza el lugar que le pertenecía, ya desde hacia tiempo, debería haber residido en la cuenca de tu mutismo.

Aprendiendo a separarme, dejando ir, descargo equipaje envejecido por el polvo, del arrastre, de la fuerza malgastada. Y en la resignación, por fin, en vez de encontrar rencores, se presentan las nuevas marchas, los nuevos ritmos.


"Tomando señas, descifrando encrucijadas
mi cuerpo sigue practicando su cuestión
cruje mi hueso y se hace la palabra.
Hoy continué domesticando la razón
llena de asombro ante el día sucedido
proyecto un rápido boceto de la acción
trazo versiones que capturo del olvido"
(Canto Arena)