El habitante mediocre no creía en las consecuencias.

"Obviaba con un leve desdén cada advertencia. Así fue creciendo llamado a ser un lider mundial. El emperador de los mediocres en el reino de la normalidad incoherente." (Exodo 3, 10)


En estos dias


He viajado solo para encontrarte, y he llegado hasta el otro lado, mi mente en blanco, por fin cabeza vacía. He esperado y no has llegado, no te he visto doblar la esquina, no me has permitido sonreirte nerviosa. Es entonces, es ahora, cuando ridícula me escondo.

Miles de preguntas, de ruegos, como podre detenerlos, están llenando de nuevo la cabeza, que ya no quiere pensar, y la razón no se olvida, encallada en el nudo que yo misma até, con fuerza, nudo marinero perfecto.

Desde la otra orilla oteo, por que os extraño, busco en el horizonte, por que os extraño.

Me vuelvo y veo el camino, por que ahora soy libre de dar pasos sin destino, no se me exige, no se me pide, reinventada confluyo en mis miles seres, y reluzco como zapatos nuevos y brillantes. Y la cabeza se atiborra de porvenires, con nudos que resaltan, pero ya no detienen.

Debería levantar la mano y saludar, por que el adiós se me escapa de la boca, se enmudece en lo ancho de este mar. y no alcanza el lugar que le pertenecía, ya desde hacia tiempo, debería haber residido en la cuenca de tu mutismo.

Aprendiendo a separarme, dejando ir, descargo equipaje envejecido por el polvo, del arrastre, de la fuerza malgastada. Y en la resignación, por fin, en vez de encontrar rencores, se presentan las nuevas marchas, los nuevos ritmos.


"Tomando señas, descifrando encrucijadas
mi cuerpo sigue practicando su cuestión
cruje mi hueso y se hace la palabra.
Hoy continué domesticando la razón
llena de asombro ante el día sucedido
proyecto un rápido boceto de la acción
trazo versiones que capturo del olvido"
(Canto Arena)