El habitante mediocre no creía en las consecuencias.

"Obviaba con un leve desdén cada advertencia. Así fue creciendo llamado a ser un lider mundial. El emperador de los mediocres en el reino de la normalidad incoherente." (Exodo 3, 10)


En la penumbra de mi mente




En la penumbra de mi mente hay tormentas, un huracán de arena que me nubla los ojos............

En la penumbra de mi mente hay sombras, manantiales de reproches que oscurecen mi mirada.............


Quince escalones, los había contado incontables veces, los había subido y bajado en innumerables ocasiones. Pero ahora no sabia muy bien por que la escalera de caracol, se le antojaba infinita, pesada. Quizás el tedio era lo que le pesaba sobre los hombros.

Comenzó a trepar con poco entusiasmo, y cuando hubo llegado arriba se dio cuenta que había olvidado a por que subía. Se sentó bajo el marco de la puerta e intento recordar. No conseguía averiguar que estaba haciendo antes de proponerse subir la escalera. Quizás si recordaba lo que estaba haciendo, podría adivinar a por que objeto había subido. Si no, pensó, también podría coger lo primero que se encontrara en su camino y descender por la escalera.

Un nuevo objeto, una nueva actividad. Lo que no quería era bajar con las manos vacías, y quedarse de nuevo al pie de la escalera.

Miro al techo, en la esquina superior había una telaraña, la araña no estaba, se movía por la brisa que corría en el hueco de la escalera. De pronto recordó... no lo que había venido a buscar... si no algo que un día le contaron.

Cada persona a lo largo de un año come mientras duerme ocho arañas.

Se estremeció.