Mi deseo era publicar algo de Cortazar, pero da la casualidad que ya esta todo publicado, por duplicado, compulsado y con sello de fecha valida. Aún así tengo que añadir estas lineas:
"A un señor le cortaron la cabeza, pero como después estalló una huelga y no pudieron enterrarlo, este señor tuvo que seguir viviendo sin cabeza y arreglárselas bien o mal." (Acefalia)
A veces pienso que si repito tu nombre infinitas veces, perderá sentido, se dará la vuelta. Y al pronunciarlo al revés ya no será importante, ya no retumbará en mi cabeza.
Otras veces pienso que si repito tu nombre infinitas veces, un susurro conseguirá llegar hasta tu oído y por varios segundos extendidos en el tiempo pensarás en mi, me iluminarás con tu recuerdo y renaceré en la memoria ilimitada del que piensa en el otro y se mira a los ojos dibujados en una pared.
A veces pienso que si ocupas el tamaño aproximado, que necesita mi razón para ser escuchada en mi cráneo, es por que repito tu nombre infinitas veces, y comienza a sonar como el transcurso natural de mis impulsos, y entonces te prohibo, censuro mi propio consciente, le amenazo con razonamientos extremadamente conservadores, con días largos de tedios desmesurados y lecturas amargas sobre temáticas bochornosas. Por unos instantes me obedece, se pliega y me deja libre, pero como buen inconsciente sigilosamente se vuelve a apoderar de mi y cuando me quiero dar cuenta de entre la fina linea que separa mi labios burdeos, sale un suspiro que gira en el aire y forma una sola palabra, Tu nombre.
Y acompañada del compás arrítmico de ese sonido que me persigue, atormentada por la total perdida de control sobre mi, recuento mis suplicas y busco con la mirada ese hueco negro en la pared que me permite descansar, con mis ojos cerrados. Y Duermo, y no sueño, no recuerdo, no entristezco, y sin tristeza no envejezco, para poder seguir siendo el ancla firme de ese hombre de mirada alegre, que se retuerce dentro de mi boca, y me nubla, y me niega
Cuando vives con ventana a un patio, oyes las discusiones, pero también escuchas las carcajadas.