El habitante mediocre no creía en las consecuencias.

"Obviaba con un leve desdén cada advertencia. Así fue creciendo llamado a ser un lider mundial. El emperador de los mediocres en el reino de la normalidad incoherente." (Exodo 3, 10)



No es un dolor como los otros, es un dolor de la mente.
Lo dice sin inmutarse, sin ser consciente de que nadie le acompañara toda su vida, que tendra que aprender a vivir con ello, Tarado.