El habitante mediocre no creía en las consecuencias.

"Obviaba con un leve desdén cada advertencia. Así fue creciendo llamado a ser un lider mundial. El emperador de los mediocres en el reino de la normalidad incoherente." (Exodo 3, 10)


Forget all about



Creí caminar por encima de la gravilla que cubría el suelo, pensé que no me haría daño en los pies, así decidí andar descalza, sin zapatos, con zapatos de grava, dura, aspera. De color gris amargo, con regusto a cosas mal hechas, errores no corregidos, marcados con un palo sobre la arenilla que se desprende de la grava, gravilla que se clava y deja marcas rojas en mis manos. Uso mi otra mano para sacudir el polvillo y las dejo limpias de nuevo, y entonces mi piel se expande, vuelve a posición original, se deshace de gusto al poder abarcar el espacio perdido, a reconquistar los antes substraído. La gravilla esta vez no se va tan fácil, se ha clavado, a penetrado y se quedara bajo la piel, hasta que como agente extraño sea rechazada, sea marginada y expulsada hacia el exterior. No puede quedarse para siempre resguardada bajo la protección de mi mano, tiene que aceptar su condena a desaparecer, a convertirse en polvo, bajo un zapato, zapato de gravilla.